EN RECUERDO DEL 75 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL PASTOR LUTERANO DIETRICH BONHOEFFER
Un día como ayer jueves, 9 de abril del año 1945, de ello hace ya 75 años, fue asesinado por los nazis el pastor luterano y profesor de teología de la Facultad de Teología de la Universidad de Berlín Dietrich Bonhoeffer.
Bonhoeffer nació en el año 1906 en Breslau, actualmente capital de la baja Silesia polaca, aunque, por aquel entonces, y todavía no empezada la segunda guerra mundial, Alemania.
Estudió teología en Tubinga y en Berlín, lugar donde se doctoró “summa cum laude” en el mes de julio del año 1927, pasando después a los Estados Unidos de América, a la Universidad de Columbia, en el “Union Theological Seminar”.
Todo ello a pesar de haber nacido en el seno de una familia no especialmente orientada hacia la trascendencia, sino más bien hacia el liberalismo positivista, como bien demuestra por ejemplo el hecho de que su padre, neurólogo de formación y profesor de psiquiatría, fuera un fiel seguidor tanto del psicoanálisis como de las tesis de Sigmund Freud respecto a la religión, a pesar de ser creyente.
Su ejecución se produjo en el campo de concentración de Flossenbürg, en el Alto Palatinado, Baviera, Alemania. Como el Cristo con el cual tanto se identificaba, torturado, desnudo y humillado, aunque no crucificado, sino ahorcado. Desgraciadamente murió justo una semana antes de que el ejército aliado liberara el campo de concentración donde se hallaba recluso.
De carácter comprometido, valiente y muy decidido siempre creyó y predicó que a Dios se le halla preferentemente entre los marginados y entre los pobres y los perseguidos. Ellos son los verdaderos mistagogos de Cristo y sin ningún lugar a duda sus preferidos.
No le tembló el pulso para escribir y predicar la identificación radical de Hitler con el mismísimo anticristo, destacando también desde sus subversivos cultos el carácter demoníaco del régimen nazi.
Mucho valor hacía falta para aseverar tales cosas siendo como era Bonhoeffer profesor de teología en Berlín durante la época de plena efervescencia del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP).
Intelectual nato siempre creyó acertadamente que acción y compasión debían siempre maridarse. A través de su teología política es un antecedente preclaro de la teología de la liberación, empero sin su en ocasiones discutido marchamo marxista marginal, además de un ecumenista convencidísimo abierto también al diálogo interreligioso.
No hay que olvidar que su hermana melliza, Sabine, estaba casada con un judío, pueblo al que consideraba hermano a través del Antiguo Testamento.
El silencio de los líderes católicos y protestantes ante el exterminio de los judíos se le hacía más que indigerible vomitivo e insilenciable, razón por la cual fundó un movimiento - más bien que una Iglesia - denominado “Bekennende Kirche” (“la iglesia que habla sin tapujos” o “la iglesia que habla de manera abierta” o todavía “la Iglesia Confesante”) que reunía a otros pastores y fieles que valientemente decidieron - como por ejemplo Karl Barth - con coraje cristiano y sin temor no callar ante la ignominia y el salvajismo nazi, salvando de la quema a todos los judíos que pudiesen.
Claro está y no podía ser de otro modo: pronto empezó a experimentar grandes problemas de censura y de persecución personal protagonizados por la Gestapo, siendo posteriormente detenido por filo judío tras su choque frontal con la ideología hitleriana y bajo la excusa legal de participación en un delito contra la vida del dictador Hitler.
Sin embargo, no parece ser históricamente cierto ninguno de los numerosos intentos de conectar a nuestro pastor luterano con algún conato de tiranicidio frustrado contra Adolf Hitler, especialmente , con el más famoso de todos ellos: el perpetrado con bomba el 20 de julio del año 1944 y conocido hoy como “operación Walkiria”, liderado fundamentalmente por el coronel Claus von Stauffenberg y secundariamente por el almirante Wilhelm Canaris, pues, en efecto, en dicha fecha el Pastor luterano sufría ya un año y tres meses de prisión haciendo ello imposible cualquier tipo de colaboración ni siquiera intelectual con el atentado.
De manera que el carácter pacífico y no violento del eminente Pastor luterano parece hoy una cuestión indudable.
Fue encarcelado en la prisión de Tegel (Berlín) y después también en otros sórdidos lugares tales como el campo de concentración de Buchenwald, hasta llegar a su destino final vital en Flossenbürg.
Se había no obstante abocado vehementemente a la escritura dejando para la posteridad perlas magníficas de la teología universal gracias a Dios traducidas al castellano, tales como:
“Resistencia y sumisión”, Salamanca: Sígueme, (2018). “Jesucristo: historia y misterio”, Madrid: Trotta, (2016). “Vida en comunidad”, Salamanca: Sígueme, 2005. “Ética”, Madrid: Trotta, (2000). “Cartas de amor desde la prisión”, Madrid: Trotta, (1998). “¿Quién es y quién fue Jesucristo?: su historia y su misterio”, Barcelona: Ariel, 1975. “Creer y vivir”, Salamanca: Sígueme, (1974).
Permítasenos destacar un estudio muy brillante y resumido acerca de su pensamiento en: Lluís Duch, “Dietrich Bonhoeffer. Una aproximació”, Barcelona: Fundació Joan Maragall, (2007).
No queremos olvidar que el mártir luterano Pastor Dietrich Bonhoeffer había realizado su vicariato práctico en la “Deutschsprachige Evangelische Gemeinde”, la Iglesia protestante de expresión alemana ubicada en la calle Brusi número 94 de Barcelona, en el distrito de Sarrià - Sant Gervasi.
Puede actualmente ser visitada tratándose de una pequeña, pero muy bonita parroquia, fundada en el año 1885 por un grupo de ingenieros alemanes, suizos y austríacos de obediencia luterana que trabajaban en Barcelona.
En antedicha ciudad catalana el Pastor Dietrich Bonhoeffer permaneció durante un año: desde el mes de febrero del año 1928 hasta el mes de febrero de 1929, lugar en el que comenzó a forjar lo que Lluís Duch denominaba su “indomable coraje civil”.
El libro: “Comunidad y promesa. Escritos y cartas desde Barcelona”, publicado por la editorial Trotta en el año 2018, recoge todos los sermones predicados por Bonhoeffer en Barcelona, así como sus cartas dirigidas a sus familiares - ocho eran sus hermanos y hermanas contándolo a él - y amigos.
Dietrich Bonhoeffer, sin duda uno de los intelectuales más destacados y comprometidos de la segunda mitad del siglo pasado, es sin lugar a duda un ejemplo permanente de misericordia, ecumenismo, valor y compromiso cristianos. La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos celebra el recuerdo de su martirio el día 9 de abril.
Santo de Dios, aparece radiante en la portalada de la Galería de los Mártires del siglo XX de la Abadía de Westminster, en Londres, justo al lado del arzobispo de san Salvador, Óscar Arnulfo Romero Goldámez.