Completando el Mapa de la Comunión Anglicana
En el año 2015 atendí el Congreso Internacional de Anglo-Católicos en calidad de representante de nuestra misión, Anglican Frontier Missions, cuya visión es llevar el evangelio a esos lugares donde no hay ni cristianos ni iglesia. Tuve ocasión de hablar con muchísima gente desde nuestro puesto en el congreso y la respuesta mas común que escuche fue ‘Hicimos esto hace un siglo en África y ese obispo de ahí pertenece a uno de esos países’.
Esto me recuerda mucho de mi tiempo viviendo en el mundo Árabe. En muchas ocasiones el tipo de conversaciones que sostenía ahí terminaban con alguien preguntando cuales eran los últimos logros de la civilización Árabe. Una pregunta que solía ser respondida con dos respuestas: esto es a causa del imperialismo y nosotros somos las victimas y además existe una enorme conspiración Masónica-Jesuita- Sionista creada para reprimirnos. La segunda respuesta, un poco mas interesante, era que los Árabes ya habían logrado enormes contribuciones a la ciencia y al conocimiento hace un milenio.
En el mundo Anglicano también podemos preguntarnos que hemos hecho en el mundo de la misión global en los últimos tiempos. La dinámica es la misma: hemos hecho mucho, pero fue hace mucho tiempo…
Con esto en mente seria conveniente pegarle un vistazo a nuestro mapa. ¿Por qué hay países en blanco donde la Comunión Anglicana no tiene una presencia oficial? La respuesta mas común suele ser que son lugares donde predicar el evangelio es prohibido y los misioneros no tienen la entrada permitida en aquellos países.
Pero estas respuestas no se sostienen por si mismas. Cuando ha decidido la iglesia obedecer las leyes del hombre sobre aquellas de Dios? (Mejor no respondamos esta pregunta.) ¿Como podemos estar seguros que la gente no quiere el evangelio? Jesús dejó muy claro que debemos predicar a todo el mundo—sin excepción.
Imaginemos por un momento un país donde la Comunión no está presente. Imaginemos un país donde tener una Biblia es ilegal y donde todo aquel ciudadano que es converso al cristianismo será ejecutado. Pensemos en un lugar donde no existe una sola iglesia. En las palabras de John Lennon ‘Es fácil si lo intentas’.
¿Como seria establecer una diócesis misionera en aquel país?
Para empezar no existen los visados para misioneros. Así que habría que usar los visados y documentos en existencia y determinar si estos son para turistas a largo plazo o visados laborales para profesiones que no existen en ese país en la cantidad necesaria así como visados para empresarios que desean crear una empresa. Este es el camino a seguir y no es un camino nuevo, pues se llama BAM (Business as Mission, Negocios como Misión). Por motivos de integridad y honestidad es esencial que la gente que vaya a aquel
país realmente haga el trabajo que se le asigna oficialmente en este visado, sea como profesor, ingeniero, etc.
No es necesario que los misioneros sean todos presbíteros ordenados. El sacramento de iniciación puede ser administrado por cualquier cristiano bautizado. El bautizo debe hacerse por inmersión aunque sea en una bañera. La realidad es que los demás cristianos trabajando en nuestro hipotético país serán con toda probabilidad evangélicos y pentecostales que insisten en la inmersión. De que sirve crear divisiones innecesarias en este nuevo campo misionero si estas pueden ser fácilmente prevenidas? San Pablo dijo “Por nuestra parte, a nadie damos motivo alguno de tropiezo, para que no se desacredite nuestro servicio” (2 Cor. 6:3). Además, en un país donde los nuevos cristianos son conversos, los temas de paedobautismo y bautismo de fe no tienen todavía vigencia.
En las famosas palabras de San Ignacio de Antioquia ‘Donde esta el obispo ahí se halla la iglesia’. En última instancia necesitaremos un obispo misionero. Pero un país como el que estamos describiendo no permite la visita oficial de obispos ni para consagraciones ni confirmaciones. Además, si nuestros misioneros viajan fuera del país con regularidad para reunirse con su obispo ese gobierno sabría que son miembros de la misión. Este hecho debe ser celosamente guardado pues debemos ser inocentes como palomas pero perspicaces como serpientes (Mateo 10:16).
La solución es un obispo misionero secreto, sin ordenación pública en el episcopado. Algunos obispos de otras sociedades misioneras podrían reunirse en secreto para consagrar al hombre adecuado para esta tarea. Debe ser alguien con excelentes credenciales en el mundo secular y profesional, pues deberá promover su diócesis misionera bajo la cubierta legitima de _____ (el lector puede completar la sentencia a su gusto). Lo que queda muy claro es que no podrá moverse visiblemente como obispo ni podrá llevar mitras ni camisas violetas.
Pero este obispo misionero podrá encontrar solaz en el hecho de que en este trabajo está siguiendo los pasos de los apóstoles que no tenían estos ornamentos tampoco. Las reuniones se harán en la privacidad del hogar. El teléfono y el correo electrónico no podrán usarse como formas de comunicación. El obispo sabe quienes son sus misioneros pero los conoce solo por su nombre de pila y nada mas. Pero todo ira bien.
Quizás es un hombre laico antes de ser seleccionado para este importantísimo cargo. Esto puede causar problemas con cánones de esta o aquella provincia pero esta manera de obrar tiene un precedente histórico y muy antiguo que no puede ser ignorado sin considerarse adecuadamente. Los cánones de la Iglesia están para apoyar a la iglesia y su misión, y no al revés. (Los Papas Fabio y Martín V vienen a mi mente.)
En 1841 Michael Solomon Alexander fue ordenado como obispo de Jerusalén. El fue el obispo protestante pero no (solamente) anglicano. Esto se debe a que la misión en tierra santa fue fundada por la iglesia de Inglaterra y la iglesia luterana de Prusia. Me imagino a nuestro obispo siendo episcopal con e minúscula. Porque no envolver también a sociedades misioneras episcopales luteranas y metodistas? Nuestro estándar debería ser el del cuadrilátero de Chicago de 1886:
Como partes inherentes a este deposito sagrado y por tanto esenciales a la restauración de la unidad entre las ramas divididas de la cristiandad afirmamos lo siguiente:
1. Las sagradas escrituras y el viejo y nuevo testamento son la palabra revelada de Dios
2. El credo de niceno es la afirmación completa de la fe cristiana.
3. Los dos sacramentos — Bautismo y la eucaristía — administrados con el uso infalible de las palabras de Cristo de institución y de los elementos ordenados por el.
4. El episcopado histórico adaptado localmente a los métodos de administración a las diferentes necesidades de las naciones y gentes llamadas por Dios a la unidad de su iglesia.
Como nuestro obispo misionero tendrá una ordenación válida a través de la Comunión no tendremos que preocuparnos por el cuarto punto. ¿Quizás nuestro obispo misionero será capaz de impartir sucesión apostólica a otra comunidad eclesiástica?
Y mientras que nuestros misioneros, laicos y ordenados, hacen su labor de evangelización, bautismo y de plantar pequeñas comunidades cristianas nuestro obispo podrá de cuando en cuando hacer breves visitas a amigos para ordenar y confirmar mientras que dedica la mayor parte de su tiempo a sus menesteres seculares. El hecho de que existe un obispo misionero de la Comunión de ese país es algo conocido solo por algunos obispos y sociedades. Su identidad y la de sus ministros (ya sean laicos u ordenados) es conocida solamente por la sociedades e iglesias directamente relacionadas con el trabajo de esa misión.
Esto es solo un mapa aproximado. Seguramente fallará si se intenta. Es una misión casi para tontos porque se basa en la convicción de que realmente somos una iglesia apostólica—no solo en el sentido histórico, pero en el sentido de que debemos viajar por todo el mundo y predicarle a todo el mundo. Espero que alguien me convenza de lo contrario.
Rellenemos ese mapa y no nos durmamos en los laureles de lo conseguido en el siglo XIX.
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El Rvdo. Dr. Duane Alexander Miller Botero es autor de Two Stories of Everything: The Competing Metanarratives of Islam and Christianity (Credo House, 2018) y mantiene un blog, duanemiller.wordpress.com. Es miembro del equipo pastoral de la Catedral Anglicana del Redentor en Madrid y es profesor adjunto de la Facultad Protestante de Teología UEBE en Alcobendas, Madrid.