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La mujer ideal


La mujer ideal Katy Hirst 08 de marzo de 2018

Hoy, para muchas personas en todo el mundo, la palabra "mujer" será significativa.


Es el Día Internacional de la Mujer, la Comisión de las Naciones Unidas para la Situación de la Mujer está a punto de comenzar en Nueva York y la Diócesis de Londres celebra hoy la confirmación de su nuevo Obispo, que es, por primera vez, una mujer. La existencia de los primeros dos eventos, y la notable importancia de los terceros, nos dicen que hay mucho trabajo por hacer sobre cómo el mundo, la Iglesia y las personas piensan e interactúan con lo que significa ser una mujer.


Hoy es cosa sabida, es noticia añeja, señalar que los medios de comunicación, la industria cosmética, Disney y la mayoría de las campañas de marketing han contribuido a la idea de que tener éxito como mujer (al menos en Occidente) significa ser atractiva, ser deseada por hombres, ser delicada. Desafortunadamente, mucha cultura cristiana a menudo ha añadido a esta lista otras características convencionales pero muy normativas: ser esposa, sentirse atraída por el cuidado de los niños, ser hábil para los trabajos domésticos.... Ambas listas podrían continuar y no he conocido a una mujer dentro o fuera de la Iglesia que no sienta de alguna manera que no ha logrado este ideal de éxito, incluyéndome a mí.


Durante un tiempo en que sufrí más agudamente que de costumbre, decidí recurrir a la Biblia (tal vez no el lugar al que mucha gente pensaría que una feminista soltera y sin hijos recurriría en esa hora particular de necesidad). Y, en contra de mi mejor juicio, recurrí a Proverbios capítulo 31 y la famosa "Oda a una esposa capaz". Este capítulo en particular tiende a hacer que las mujeres suspiren y muevan los ojos con escepticismo: "¡¿Cómo podemos ser como esta mujer ?! ¡Se levanta antes del amanecer, hace ropa todo el día, cuida de los niños y está feliz con todo! ".


Esta mujer mítica ha sido usada de manera constante e incorrecta como un rígido canon para golpear emocionalmente a las mujeres. Pero, para mi sorpresa, mientras leía los 21 versículos, descubrí que el ideal de esta mujer es mucho más liberador que lo que damos por supuesto según la lectura habitual, encontré ideas tan liberadoras como estas:


Ella es una mujer de buen carácter (v 11, 12, 25, 27, 28)

Ella sobresale como una mujer de negocios (v 13, 16, 18, 19, 24)

Ella tiene una conciencia social (v 20)

Ella es proveedora de su familia (v 15, 21)

Ella es buscada por su sabiduría (v26)

Ella teme al Señor (v 30)

Ella es fuerte (v 17)

Ella es una líder (v 15, 26)

Esta mujer no es una esposa de trofeo. La mujer descrita es fuerte, independiente, hábil y buena compañía. Se la describe como "más preciosa que las joyas" (v 10) y " superior en excelencia" (v 29) y nada de eso tiene que ver con su aspecto, su sumisión o cualquier cosa que sea promocionada en la portada de la mayoría de las revistas femeninas y en la publicidad.

Para mí, el mensaje de este pasaje es que no tengo que conformarme a un estilo convencional de "mujer" ni someterme a él..

No es simplemente que tenga una lista diferente y más larga de ideales emancipadores y de altura. Más bien, este pasaje me dice que una mujer es "más preciosa que las joyas", un ser quien Dios creó y una originalidad que me llama a ser, independientemente de si me ajusta a cualquier molde cultural para mi género. Me dice que algunas cualidades típicamente "masculinas" —buen carácter, capacidad para los negocios, poseedora de una conciencia social, que sostiene a su familia, que está llamada a alcanzar sabiduría, que es fuerte, que es líder..., que puede mediar con Dios (1)— también me pertenecen de una manera que no disminuye mi feminidad. Puedo —si lo creo y así lo digo— ser fuerte, sobresalir en mi carrera y ejercer liderazgo, segura de que esto contribuye a mi condición de mujer.

Entonces, en este día donde el mundo hace una pausa para considerar la idea de "Mujer", celebremos, emulemos, protejamos y nutramos la fortaleza que vemos en las Mujeres que nos rodean. Asociémonos con Dios que llama a las mujeres como personas han sido creadas para ser, en plenitud.

Vamos a romper los moldes que nos fueron impuestos para ser troqueladas.

Antes de unirse a la Comunidad de St Anselm, Katy Hirst fue directora ejecutiva de una empresa social de beneficencia que trabaja con personas con demencia, y también trabaja para una organización benéfica dedicada a la violencia doméstica. Ella bloguea en katyhirst.com.

(1)desarrollo del traductor. Publicado benévolamente, sin interés comercial, fuente: http://www.anglicannews.org/blogs/2018/03/the-ideal-woman.aspx

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